Monday, March 10, 2008
Mexicanos en España (I)
A lo largo de esta semana buscaré ofrecer a los lectores de PSN algunas postales de la migración de mexicanos a España, el que parece ser segundo destino favorito de los paisanos de clase media y media alta que buscan nuevos horizontes allende tierras aztecas (el primero, por números absolutos es, desde luego, el gabacho).
Un breve (y contundente) adelanto para abrir boca: de acuerdo con información de la Secretaría de Estado de Inmigración y Emigración del Ministerio del Trabajo español reproducida por el foro Mexicanos en España, entre 2003 y 2006 el número de mexicanos con tarjeta de residencia creció 60%, de 6,714 registrados al 31 de diciembre de 2003 a 10,700 al 31 de diciembre de 2006.
Esa es la gente que está de manera legal y con residencia en España. Esas cifras no reflejan a los mexicanos que están en el país de Lola Flores con visa o de manera ilegal (es decir, que entraron al país con pasaporte y se han quedado ahí más del tiempo permitido a los turistas que es de tres meses).
España es un lugar que facilita a los mexicanos la estancia sin necesidad de residencia porque somos pocos (me incluyo porque viví tres años en Madrid, mis dos hijos son hispanomexicanos y, teniendo familia política en España, aunque viva actualmente en Texas me siento parte de la comunidad mexicana vinculada a la tierra de El Corte Inglés) y nuestras características socioeconómicas no generan desconfianza en una sociedad donde el fenómeno de la inmigración ha crecido exponencialmente en pocos años. O ésa es al menos mi impresión, tal vez algo haya cambiado en los casi cuatro años que llevo viviendo fuera de España.
Pero de eso seguiremos hablando a lo largo de la semana.
De despedida con una nota de humor, los dejo en compañía de Rodolfo Chikilicuatre, quien fue elegido por el público español para representar al país en la próxima edición del Festival Eurovisión que se celebrará, of all places, en Belgrado.
Advertencia a lectores sensibles: Si no han vivido en España, es probable que lo que van a presenciar les resulte perturbador.
Un breve (y contundente) adelanto para abrir boca: de acuerdo con información de la Secretaría de Estado de Inmigración y Emigración del Ministerio del Trabajo español reproducida por el foro Mexicanos en España, entre 2003 y 2006 el número de mexicanos con tarjeta de residencia creció 60%, de 6,714 registrados al 31 de diciembre de 2003 a 10,700 al 31 de diciembre de 2006.
Esa es la gente que está de manera legal y con residencia en España. Esas cifras no reflejan a los mexicanos que están en el país de Lola Flores con visa o de manera ilegal (es decir, que entraron al país con pasaporte y se han quedado ahí más del tiempo permitido a los turistas que es de tres meses).
España es un lugar que facilita a los mexicanos la estancia sin necesidad de residencia porque somos pocos (me incluyo porque viví tres años en Madrid, mis dos hijos son hispanomexicanos y, teniendo familia política en España, aunque viva actualmente en Texas me siento parte de la comunidad mexicana vinculada a la tierra de El Corte Inglés) y nuestras características socioeconómicas no generan desconfianza en una sociedad donde el fenómeno de la inmigración ha crecido exponencialmente en pocos años. O ésa es al menos mi impresión, tal vez algo haya cambiado en los casi cuatro años que llevo viviendo fuera de España.
Pero de eso seguiremos hablando a lo largo de la semana.
De despedida con una nota de humor, los dejo en compañía de Rodolfo Chikilicuatre, quien fue elegido por el público español para representar al país en la próxima edición del Festival Eurovisión que se celebrará, of all places, en Belgrado.
Advertencia a lectores sensibles: Si no han vivido en España, es probable que lo que van a presenciar les resulte perturbador.
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