Monday, July 21, 2008

Wanna Some Real Soccer Frenzy? Try Some Saborrrr...

Los Angeles Times nos recuerda hoy--porque casi todos ya nos habíamos olvidado de él--que hace ya un año David Beckham pisó suelo californiano de la mano de un contrato por $6.5 millones anuales por cinco temporadas con el Los Angeles Galaxy, con la promesa, y la absurda responsabilidad tácita, de hacer del soccer el nuevo deporte rey en los Estados Unidos.

La nota del Times hace un buen balance al poner en perspectiva el papel de Beckham, un jugador que en la actualidad es más una marca que un valor neto del fútbol (me lo han confirmado amigos que saben del fútbol; you guys know I'm a teamsportsphobic), en la euforia que vive Estados Unidos en la actualidad con el fuchibol (no por feo, sino por cómo se pronuncia futbol en portugués). Los índices de audiencia que registraron las trasmisiones de los partidos de la Eurocopa, en la que resultó ganadora, cómo no, España, indican que, si bien sigue en la segunda línea, el fútbol soccer ya no es un deporte marginal en el gabacho.

Es probable que, como dice Beckham en la nota, el impacto de su paso por estadios gringos se vea de aquí a diez años, cuando los chavitos que ahora practican en las canchas de clase media y media alta de toda la nación lleguen a las ligas colegiales y, a la postre, profesionales, y sorprendan al mundo entero por su pasión y excelencia futbolera.

Desde que se anunció su llegada al Galaxy el año pasado, siempre he sido escéptico sobre la influencia de Beckham en la consolidación del fútbol soccer como deporte masivo en el país donde todo el mundo sabe qué significan los acrónimos NBA, NFL y MLB, pero poca gente aún sabe de dónde vienen las siglas MLS.

Más que un jugador en el ocaso con tanto caché en Hollywood como para atraer a un estadio de fútbol a personajes como Tom Cruise y Will Smith, yo creo que lo que necesita la MLS es un ídolo con sabor latinoamericano y si es inmigrante, mejor. Los cientos de miles de futbolistas llaneros que atiborran innumerables canchas improvisadas a lo largo y ancho de todo el país cada fin de semana son única y exclusivamente fanáticos del futbol.

Son los inmigrantes latinoamericanos los que, como diría el cliché, comen fútbol y sueñan fútbol, no las clases medias gringas, del color que sean--aunque la euforia auténtica se está dando entre los anglosajones--, quienes tienen otras pasiones deportivas y, aunque eventualmente terminarán teniendo un futbolero en la familia, cuentan en su árbol genealógico con varias generaciones de fervientes fanáticos de algún equipo de béisbol--que es algo así como la realeza de los deportes gringos--, de baloncesto o de fútbol americano (sin contar las ligas colegiales).



Son principalmente ellos, los recién llegados de América Latina, quienes abarrotan estadios improvisados para ver partidos amistosos --con fines 200% comerciales-- entre equipos de la primera división del fútbol mexicano --el América estuvo de gira la semana pasada por ciudades como Austin, Texas, (ver video arriba) y San José, California; mi actual y futuro lugares de residencia, respectivamente--y los que son capaces de pagar por ver cosas tan absurdas como una exhibición de tiros libres (ver video abajo), con tal de saborear, aunque sea un poquito pero de cerca y en vivo, el talento de astros latinos como Lionel Messi, Rafa Márquez o Ronaldinho.



La llegada de Beckham a la liga gringa de soccer coincidió también con el arribo de Cuauhtémoc Blanco al equipo Chicago Fire --no comments...--, pero yo creo que lo que hace falta es un ídolo en ascenso, no uno en el ocaso que pudo haber elegido un equipo angelino solamente para poder lanzar desde ahí su carrera en el cine o la televisión (Beckham ha comenzado a aparecer en programas de televisión; algunos de ellos lamentables, miren abajo), para hacer que la comunidad inmigrante termine de volcarse totalmente en la MLS y pueda entregar toda su pasión, su nostalgia canalizada y su conexión visceral con su alma máter deportiva, a uno de los suyos.



Llegados a este punto, me declaro incapaz de proponer nombres, pero sé que entre ustedes hay expert@s futboler@s. Así que propongan. ¿A qué futbolista traerían al gabacho?

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