Monday, April 14, 2008
¿Irse o quedarse?
De una carta abierta escrita por Lydia Cacho, que pueden leer en su totalidad aquí y que además está circulando como correo-cadena por la red (las negrillas vienen así en el texto original):
"No me quedo en México por ser valiente, me quedo por dignidad. Ya nos han arrebatado suficiente a millones de mexicanos y mexicanas.
Yo, Lydia Cacho, a las mafias político-empresariales-criminales no les regalo mi libertad, ni mi derecho a estar cerca de mis amores y amistades. No les regalo ni una pesadilla más en su nombre, no les doy mi enojo sino mi paz interior; no les doy poder de ahuyentarme sino de saberse hombres y mujeres de espíritu pequeño.
Cada año 400 mil personas huyen de México expulsadas por la pobreza, la violencia y la corrupción. No podemos seguir sumándonos al exilio mexicano. Respeto a quienes eligen salir y cambiar su vida, abandonar la patria es un acto de valentía. Somos millones quienes soñamos con un país distinto, por eso sé, como ustedes me escriben, que no estoy sola. Parafraseando al maravilloso poeta Eliseo Alberto, compañero de mirada amorosa: 'Si un minuto basta para morir, qué no va a ser suficiente para cambiar'.
Ellos, los corruptos y malos son en realidad muy pocos. Nosotras, nosotros, en cambio, seguimos siendo mayoría, por eso no pierdo la esperanza de que México pueda cambiar. Y por si las dudas, yo me quedo aquí para celebrarlo".
Creo que yo pienso un poco distinto. ¿Y ustedes?
"No me quedo en México por ser valiente, me quedo por dignidad. Ya nos han arrebatado suficiente a millones de mexicanos y mexicanas.
Yo, Lydia Cacho, a las mafias político-empresariales-criminales no les regalo mi libertad, ni mi derecho a estar cerca de mis amores y amistades. No les regalo ni una pesadilla más en su nombre, no les doy mi enojo sino mi paz interior; no les doy poder de ahuyentarme sino de saberse hombres y mujeres de espíritu pequeño.
Cada año 400 mil personas huyen de México expulsadas por la pobreza, la violencia y la corrupción. No podemos seguir sumándonos al exilio mexicano. Respeto a quienes eligen salir y cambiar su vida, abandonar la patria es un acto de valentía. Somos millones quienes soñamos con un país distinto, por eso sé, como ustedes me escriben, que no estoy sola. Parafraseando al maravilloso poeta Eliseo Alberto, compañero de mirada amorosa: 'Si un minuto basta para morir, qué no va a ser suficiente para cambiar'.
Ellos, los corruptos y malos son en realidad muy pocos. Nosotras, nosotros, en cambio, seguimos siendo mayoría, por eso no pierdo la esperanza de que México pueda cambiar. Y por si las dudas, yo me quedo aquí para celebrarlo".
Creo que yo pienso un poco distinto. ¿Y ustedes?
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