Friday, April 11, 2008

'Si lo que encuentras en el camino te gusta, te quedas; si no, sigues avanzando'




Para cerrar la semana, les entrego la segunda parte de la conservación que, hace ya una semana, sostuve con Melody Balzhur. Aquí nos cuenta cómo la migración ha cambiado su manera de ver el mundo y por qué cuando esta de vuelta en México lo único que no le produce tranquilidad es el transporte colectivo.


¿Hay algo que no extrañes de México o que incluso te hayas sentido aliviada de no tener que padecer más? ¡Las combis [del transporte público; en chilango, peseros]! Creo que, en general, la forma de conducir. México es más caótico, y no digo que España no lo sea, pero [me] da la impresión de [que en México hay] menos normas. Creo que hace falta mucha legislación—y, evidentemente, aplicarla—no sólo en materia de tránsito, sino en general, pero ahora me venía a la mente este aspecto.

Cuando uno emigra, pierde y gana al mismo tiempo. ¿Qué crees que has ganado y perdido tú? Lo que he ganado más es cultura, [pero] no me refiero a intelectualidades, sino a conocer una sociedad que desde México se nos pinta basada en tópicos. Y [en cuanto a] perder, creo que no he perdido nada sustancial, porque México sigue siendo mi casa, mi familia no me quiere menos por estar lejos ni viceversa. Aunque sí he de decir que he perdido contacto con la manera de ser de los mexicanos.

¿Qué es lo que más disfrutas de vivir en Cataluña? ¿Qué es lo que más padeces? Aquí disfruto mucho de la variedad de actividades al alcance de prácticamente cualquiera, sobre todo de la posibilidad de viajar y salir a conocer sitios estupendos. Creo que hay muy buenas vías de comunicación, tanto por tierra como por mar y aire. Mi esposo y yo estamos enganchados al mundo de las motos, así que con bastante frecuencia hacemos viajes, con o sin compañía, haciendo kilómetros.

Lo que más padezco [son] las explosiones de mal genio de la gente. Tienen cada rabieta que cualquiera diría que están a punto de matarte por tonterías.

Pero, ¿no te pasa que cuando vas a México la gente encuentra que ahora eres más directa o más brusca en tu trato? Uno va adaptando su manera de ser al entorno; cada uno de manera distinta, pero creo que eso pasa. Claro que sí. Primero empiezan a decirte: "ya no hablas como mexicana". Y te das cuenta de lo mucho que has cambiado cuando te dicen "hablas como española". Pero eso es inevitable cuando tienes que convivir día y noche con españoles. Pero yo recuerdo que a veces visitaba a amigos de Veracruz y volvía a Tlaxcala hablando como jarocha. Hay gente a la que se le pega más o menos el acento o las palabras, pero creo que tampoco es cuestión de rechazarlo todo con tal de mantener la mexicanidad.

¿Crees que tu manera de ver el mundo, tu actitud vital, ha cambiado con la migración? Sí, me ha hecho conocer capacidades que no creía tener. Por ejemplo, poder conseguir un empleo sin más referencias que tu presencia en ese momento. Porque para efectos prácticos, lo que hayas hecho en México, aquí a muy pocos les importa. O poder entablar [una] conversación en un idioma distinto al tuyo.

¿Crees que la migración te ha hecho más fuerte o más resuelta, o simplemente son capacidades que ya tenías, pero que no tenías necesidad de usar en México? [Sí], cosas por el estilo. Personalmente, al encontrarme en un entorno tan desconocido, me sentía pequeña e indefensa. Conoces el mínimo de tus derechos y desconoces del todo el sistema, así que te enfrentas a la pregunta: '¿por dónde empiezo?' Luego vas descubriendo que la cosa no es tan complicada como parecía al principio, pero es un ir 'paso a paso' aunque a veces sea dar palos de ciego, la verdad.

¿Alguna vez sentiste que no podías con el paquete, que decías: ‘qué hiciste, por qué viniste para acá'?
Muchas veces. Por una parte, mi familia me tentaba a volver y mi pensamiento era: ‘estaba mejor en México... ¿y si regreso?’ Por otro lado estaba el reto: ‘¿voy a tirar la toalla en el primer round?’ Supongo que al final fui más cabezona e insistente, pero evidentemente porque había una buena razón para estar aquí. Siendo un poco cursi, había una persona por la que valían la pena los esfuerzos.

Esa es la otra parte, ¿no? Casarte con alguien, vivir en pareja ya es suficiente reto en sí mismo; encima hay que echarle hacerlo en un país distinto, con alguien que no pertenece a tu cultura. No es un reto fácil.
Por supuesto que no; son muchos retos a la vez y, como dicen, hay que tener los pantalones bien puestos.

Y ahora cuando vas a México por vacaciones, ¿cómo te sientes, qué sensaciones te genera estar de regreso?
Me da mucha tranquilidad pero a la vez, sientes que te estás perdiendo gran parte del cambio. Hay cosas que han cambiado y no has estado [ahí] para verlas, con lo cual ahora te resultan extrañas y llegas a sentirte extranjera en tu propia tierra, pero eso ocurre en casos muy puntuales. Por ejemplo, con proyectos sociales; un día vi que había un movimiento educativo para limpiar los ríos y pensé: 'qué lástima de no estar aquí para participar'. Pero en general, me siento acogida, protegida.

¿Te gustaría volver a vivir en México?
Sí, me gustaría volver, pero no sé cuándo.

¿Ves a muchos amigos o familiares tuyos en una situación parecida a la tuya, viviendo fuera de México?
No, no muchos. De amigos hechos en México, conozco sólo un par que vivan en el extranjero, no como estudiantes, sino como residentes fijos. Pero aquí he conocido muchos en esta situación [que se han casado con españoles], sobre todo mujeres.

Estaba leyendo una nota en el foro de Mexicanos en España que los españoles se casan sobre todo con mexicanas cuando eligen como pareja a una latinoamericana. Puede ser; es que "semos" encantadoras (de serpientes) [risas].

¿Crees que la cosecha de hombres mexicanos se está acabando? Es decir, que hay algo que un número creciente de mujeres mexicanas está buscando en una pareja y que lo está encontrando más bien fuera del país?
No creo. Supongo que ahora mismo la gente ya no se conforma con cualquier cosa que tenga al alcance ni está obligada a encadenarse de por vida hasta estar bien convencida. Ahora se tiene la posibilidad de conocer más allá de nuestros horizontes, queremos ver qué hay aparte de lo ya conocido y explorado. No es que busques, es que te lo encuentras. Si lo que te encuentras por el camino te gusta, te quedas; si no, sigues avanzando. Volvemos a ser nómadas.

Hay personas a las que, aunque les dé miedo o se sientan inseguras por emigrar, se les da, y a otras a quienes simplemente no les atrae o les da mucho miedo. Todo depende de los motivos que te impulsen. Si es por necesidad o por deseo, pero sobretodo, de las razones que te mantengan en tu empeño. En un ejemplo práctico, si no hay suficiente amor de tu pareja, no te esfuerzas. A la primera que las cosas vayan mal, dices: 'se acabó; me largo'.

Pero uno va descubriendo cosas en el camino también. Tengo una amiga que, como tú, se mudó al extranjero por su pareja. Sigue felizmente casada con su marido, pero hace un par de años, me dijo: 'si yo me divorciara o por la razón que fuera ya no estuviera con mi pareja, ya no volvería a México. Me quedaría aquí'.
Es que vuelve a ser una decisión tanto o más difícil que la inicial. Después de que te has hecho una nueva vida, piensas: '¿volver a México? ¿Y qué voy a hacer allá, si ya lo tengo todo resuelto aquí (menos la pareja, claro)?' Eso mismo hablaba con otra amiga mexicana [que también vive] aquí. ¿Te construyes una vida aquí y la abandonas para empezar otra vez, casi desde cero? Está para pensárselo mucho y el regreso a tu país con tu pareja es una responsabilidad muy grande.

Ademas, uno va cambiando y no sabes si al volver la relación con tu lugar de origen será más bien explosiva.

Bueno, por poco que hayas aprendido, creo que vivir en otro país te enriquece en experiencias.

México es un país de emigrantes. Los migrantes mexicanos han cambiado la vida y el futuro de los Estados Unidos, por ejemplo, pero es un perfil de migrante mexicano con el que la clase media no solía identificarse. ¿Te imaginaste algún día ser una inmigrante mexicana más? ¿Cómo ha cambiado tu percepción de la migración mexicana tu propia experiencia?
La verdad es que antes ni me planteaba moverme de Tlaxcala, estaba convencida de que tenía de todo allí (aunque poco, claro está). Ahora me doy cuenta de la variedad de matices que tiene la migración; cada caso que conozco es único, pero tenemos en común que no es fácil, que nos hace enfrentarnos a muchos miedos, propios y ajenos. Aquí hay gente que teme a los extranjeros, ¡pero si vieran la cantidad de extranjeros que tememos a los españoles, al menos al principio!

Si te digo la verdad, ahora me siento mucho más capaz de enfrentarme a situaciones difíciles que antes, porque las he enfrentado prácticamente sola. Como dicen aquí, te espabilas; o sea, aprendes a rascarte con tus propias uñas.

Melody, muchas gracias por esta charla. ¿Por qué no despides el interrogatorio con una despedida en catalán?
M'acomiado amb un "bona nit, a reveure!" i gràcies a tu per la xerrada.

No comments: