El año pasado, publiqué un post sobre mi visita al consulado mexicano en Houston para obtener mi pasaporte, durante la cual vi cómo un par de visitantes mexicanas de clase media alta usaban el poder de sus influencias para saltarse la larguísima cola, de unas cuatro horas de duración, que había que hacer, y que yo sí hice. Aunque en el post me referí a ellas como "güeras", no hacía alusión al color de su pelo, sino a algo más. Creo que si uno es mexicano y ha vivido en México, sabe a lo que me refiero. O eso pensaba yo.Curiosamente y a pesar de que este blog ha estado dormido ya por varios meses y de que ese post se publicó hace más de un año, siguen llegando comentarios al respecto. Eso me ha dado la idea de retomar esa discusión, desempolvar un poco PSN, y compartir estos comentarios. A ver qué les parecenHoy, un lector anónimo comentó:"De güeras no tienen nada, son oscuras de pelo y de piel, posiblemente la piel no tan oscura como los demás, pero nada de que sean güeras
será que son las meseras de restaurant donde va siempre a comer el funcionario del segundo piso, que les habra dado su tarjetita de visita para que vayan directamente con él sin hacer cola".El 17 de mayo pasado, otro lector escribió:"NO DISTINGUÍ A LAS GUERAS CHULAS, VÍ A UNAS VIEJAS PARADAS CON PELO NEGRO A LAS QUE NO SE LE VE NADA DE BELLAS."En junio de 2008, otro lector más dijo:Pienso que es el complejo del mexicano que llevara hasta la tumba: el malinchismo, que es que todos gueritos...no ma'. hay mexico tan lejos de ti y tan cerca de los gueritos.'ta bien que no quieres ser guero; pero no me digas que espaniol si: ya que el verbo en la foto esta conjugado a la espaniola? no me falles. o es la academia real espaniola que dice que ese es el correcto espaniol.
Wednesday, November 18, 2009
Siguen los comentarios al post de las güeras
Friday, September 26, 2008
Horror. Selfish
From time to time I keep an ear on the gossip side of news. El chisme siempre es el chisme. And today my fellow fellows and I are getting ready for tonight's debate between Obama and McCain. And we all chit-chat about this interview Katie Couric made to Sarah Palin, and this other blog post this super-clever girl wrote on Palin (who else?) in the New York Times, and oh, yes, every morning, while I drive my kids to school, I get goosebumps while listening to the news of the foreclosure crisis in Wall Street on NPR. U.S. business is bad these days, I mean, b.a.d. Del carajo.
But those eight people dead last week in Morelia are not in the news I'm consuming these days. They're not part of the conversations I run into every day. In the reality I live in, they don't exist. And I might not go too far if I say this is the reality I've chosen to live in.
This morning I had the chance to read El Universal. Read that the attackers warned the authorities fifteen days before the attack. Read that the Governor of Michoacan, Leonel Godoy, downplayed that fact, stating that the threats made only reference to the Militar parade on September 16th., but did not mention anything regarding the previous night, la noche del Grito, the actual moment of the attack.
Nothing new for me. But I also read this piece written by the Mexican actor Gael Garcia Bernal, where he shares his sorrow for not being there, in Mexico, while his family and friends have to cope with the surge of violence that's engulfing his/my country. He almost feels guilty for having the privilege of being afar, violence free.
Yeah, I felt the same way... ten years ago. Every time I would come back to my preppy house in Lomas de Tecamachalco after spending days in some jodido place in rural Mexico reporting and writing stories on how this ludicrous gap between the rich and the poor in Mexico would generate desperation and helplessness in so many people, I would feel guilty as hell. It was crystal clear the unfairness of everything for me back then. It is crystal clear even today. But I grew tired of living in that status quo every day. I packed my stuff, took my chamacos by the hand, my mujer, and we headed West --just like the Okies would do in the thirties, as portrayed by Steinbeck in the Grapes of Wrath, dreaming of a place full of life and opportunities to better the lot in California this time around.
I feel the pain. Oh, yes. I do. But I know it would be even more painful if I'd still live there. 'Cause either that, the community where all this horror is taking place, is helpless to undo, hand in hand, this path to hell, or myself, unable to overcome my fear, my frustration. Or my selfishness.
Tuesday, September 16, 2008
El giro irrevocable
Wednesday, August 6, 2008
Guillermo del Toro on The Melancholic Sense of Living a Self-Imposed Exile
A propósito del estreno de Hellboy II en España, El País Semanal publicó el pasado 3 de agosto una interesantísima y añorable, como siempre que se trata de él, entrevista con Guillermo del Toro, que apenas acabo de leer -- in case you were wondering why I'm blogging about it three days later...
In case you missed it, a very fun sit down between Charlie Rose and The Three Amigos in 2007.
En ella, el cineasta tapatío habla de su autoexilio, de las razones que lo mantienen fuera de México y de cómo ve al país en el que creció y al que no piensa volver.
Y no sé, se me hizo el corazón de pollo al leerla, porque no puedo estar más de acuerdo con él. Y porque creo que no mucha gente ve las cosas de esta manera. A ver cómo lo ven ustedes.
Reproduzco acá abajo las respuestas de Del Toro relacionadas con México. Para leer la entrevista completa, que vale la pena pese a los gazapos de la transcripción, hagan click aquí, por favor.
"¿Y México, dónde queda en sus viajes y en su corazón?, ¿va mucho? Cuando puedo. Desde el secuestro de mi padre, menos. Estuvo secuestrado 72 días. Porque existe el lamentable error de creer que los directores ganamos un porcentaje importante de nuestras películas, que lamentablemente no es verdad. Me gustaría que lo fuera para tener, por ejemplo, un puto apartamento en París. Pero existe ese mito, y es un mito muy peligroso. Voy con cuidado, menos de lo que quisiera. La realidad es que si yo no tuviera hijos, iría más. Con las niñas, tengo un compromiso de existencia mucho más fuerte.
"¿Cómo ve su país? Las superestructuras de México están en un nivel de corrupción que resulta prácticamente imparable. Es un vórtice; y creo que estamos en el centro del vórtice. En tanto que un Gobierno favorece a las clases privilegiadas y los medios de comunicación, puede tener una imagen exterior mejor. Es impresionante; cuando se habla de una crisis social o económica en un país siempre hay una proporción. Pero lo que hay en México ahorita es una descomposición social, exactamente idéntica al proceso de putrefacción, de las estructuras sociales. Por ejemplo, lo que sucede en Ciudad Juárez con los asesinatos de mujeres. Hay momentos en que se siente la vida un poco como en el Lejano Oeste. Aunque es verdad que es un país donde hay mucha muerte, porque hay muchísima vida, aunque suene a cliché. Se vive mucho y se muere mucho. Es pura pasión. Pero he descubierto un país aún mucho más apasionado, Brasil. Al lado de Brasil, México es Suiza. Yo creo que todas las grandes estructuras son corruptas y horripilantes, la legal, la Iglesia, la del Ejército. A mí me apasiona México, y tengo la sensación de que me voy a morir sin contar las historias que tengo de México, pero?
"¿Tiene miedo? Lamento, no me arrepentiré, pero lamento, que haya películas que me hubiera gustado filmar en México, no las que he hecho, sino otras, contar historias. Y creo que no voy a poder, porque mis circunstancias no me lo permiten, no me permiten existir de manera cotidiana en una atmósfera de rodaje donde diariamente se publica a qué hora voy a salir de mi casa, en qué coche voy, a qué horas vuelvo, cosas que están en las hojas de llamado de una película? Sería una imprudencia mayúscula".
Tuesday, August 5, 2008
En caso de que se estén preguntando si es buen momento para volver a México...
Los estados con más secuestros denunciados son, obviamente, el Distrito Federal, el corruptérrimo Estado de México, Baja California, Guerrero y Jalisco....
Pero luego uno, cuando habla con amigos que habitan esos intensos parajes mexicanos, lo único que escucha todo el tiempo es: "no pasa nada, no es para tanto".
¿Será que de verdad no es para tanto, o que la brecha que separa a los dos Méxicos es tan grande que simplemente ya ni se reconocen? Denial, anyone?
Thursday, June 19, 2008
'Desaparecieron las fronteras del mundo en mi mente'
"México, en el '78, era un país con cierta problemática, desigualdad social y corrupción. Había contaminación, congestionamientos [de tráfico], desempleo e inflación. No me fui por eso ni sería eso lo que me impidiera volver. México es un hermoso país, lleno de hermosa gente, donde se disfruta la vida de una manera sui generis. Siempre he dicho, cuando me lo preguntan por acá, que el principal problema de México es la corrupción entre la gente que está en "el poder", la falta de escrúpulos de algunos que afectan a tantos. El ingreso miserable (similar a su nivel de preparación) que reciben los policías (quienes dicen protegernos) es lo que los pone en una situación muy frágil. Si no pueden mantener a su familia con su trabajo honrado, caerán en la tentación de la deshonestidad, que, francamente paga mejor. Esto es un círculo vicioso pavoroso.
"Preguntas cómo me sentí al llegar a Canadá en 1978. La verdad, muy bienvenida, por todos. Lo primero que me llamó la atención fue la cantidad de gente de todas partes del mundo, los idiomas que se escuchaban por las calles, los bellos atuendos y lo rápido que desaparecieron las fronteras del mundo en mi mente. Estamos todos aquí, iguales, juntos. La siguiente impresión que me llevé fue al darme cuenta que en la misma calle convivíamos electricistas, albañiles, médicos, vendedores, secretarias, maestros, recepcionistas y abogados. Todos éramos vecinos de la misma calle. Nadie era mejor que nadie. Ese día me enamoré de Canadá y deseé que algún día pudiéramos tratarnos así en México. No creo que me vaya a tocar ver ese día.

Intenten descifrar cuál de todas no es canadiense. (Foto: The Barron blog)
"He tenido la fortuna de poder ir a México casi cada año, y puedo decir que he ido viendo la transformación que mi país ha sufrido. Lo esencial no ha cambiado, lo lindo sigue lindo. Lo sucio y corrupto, cada vez más sucio y más corrupto. Actualmente el nacotráfico parece estar al centro del problema y tal vez las armas y las tácticas hayan cambiado, pero el poder y el dinero siempre han sido la razón de ser de tanta podredumbre. Cada quien para sí mismo, sin importar a quién pisotean en el camino. Actualmente hay mucha gente pisoteada y eso duele mucho saberlo desde lejos.
"Para cerrar con una buena nota, me encanta volver a México cada vez que puedo y caminar por las calles, recorrer la ciudad en el Turibús, agasajarme con nuestra deliciosa comida típica, disfrutar las playas y los pueblos con sus zócalos y parques. Nunca perderé la esperanza de que las cosas cambien para bien en México para todos los mexicanos, no para los que ya viven bien, sino para los que se merecen YA vivir bien y con dignidad.
Monday, June 16, 2008
¿Por qué somos tan aferrados (y azotados)?
Además de los ricos comentarios de Nasheli llegó otro comentario--vía Facebook--sobre el post anterior, de mi queridísima amiga Tzinia, egregia habitante de la isla Condesa de la ciudad de México. Genial, como no esperaba menos de ella, en su apunte hace una pregunta ineludible, que tardaré en responder--me tomaré mi tiempo para hacerlo como se debe--pero que les reto a hacerse a ustedes mismos y responder también.
Acá va su comentario. Y la pregunta está en la primera frase:
"Mi Toño, ¿qué te sigue dando México que te apegas tanto a él? Ya actúa como americano, piensa como americano y vive como americano, porque allí vives y allí está tu familia. Adaptarnos o morir (o regresar a Mx en el peor escenario). Mx no tiene rumbo, no tiene responsabilidad, no tiene derechos, no tiene gente capaz de gobernar ni los gobernados de exigir sus derechos y responsabilidades. Los gringos no entienden a los mxs porque son irresponsables y mentirosos (¡ah! y les da verguenza decir "no"). Los mexs no entienden a los gringos porque son secos y prácticos. Entonces, la línea divisoria en todo aspecto y de ambos lados es un agua trémula, llena de remolinos. Let it be. Y adáptate, que te recuerdo que es una de las razones del viaje de la vida. Y te comparto un poema del cubano Eduardo Camilo Bonachea, uno mas de los censurados en la islita tropical, pero que lo publicó en el libro Voces de Cambio":
La escala une a las dos márgenes del río,
a ambos lados la vegetación es brillante,
en el centro el hombre, su paso inseguro.
A tientas con el ojo de Heráclito en el medio.
Panta rei. ¿Es todo idéntico o no idéntico?
El espectador lo sabe.
Si cae cual pájaro sin alas,
habremos perdido las dos manos.
La línea es marcial, el fondo verde.
Si no cae habremos perdido las dos piernas.
Ha de avanzar entre los aires
Tanteando una realidad pintada,
El sobresalto, el no ser elegido.
Encima el cielo no resiste el brazo.
Un boceto sugiere ángeles alrededor de la cuesta.
De todas formas a tumbos el hombre
apenas con el fosforo de Dios avanza.
Desde mi cámara lo sé.
El espectador también lo sabe y aplaude.
Poema de Eduardo Bonachea, Voces de Cambio, p.190. Ed. Bibliotecas Independientes de Cuba. 2006.
El comentario de Tzinia termina así:
"II: Y a todos los emigrantes, los que hemos dejado Mx atrás u optado por ser estadounidenses o de cualquier otra nacionalidad, a seguir, que no podemos estar flexionados por la costumbre, sino impulsados por el paisaje de los sueños y el reto de la nueva familia.
"Tienes razón al decir que nuestros hijos tienen otras nacionalidades y, que nosotros mismos como padres las buscamos así y nos nutrimos de ello. Porque no hay nada como el hambre de salir adelante, tener la visión del lince para aferrarse al sueño o al espejismo torpe; no hay nada como querer salir adelante porque es otra forma de seguir en el juego de la vida".
Lo dicho: ¿qué te sigue dando México, que te apegas tanto a él?
Thursday, June 5, 2008
No quiero ser güero (México debajo de la U.S. 59)
Nunca había estado en ese consulado. Desde que vivo fuera del país, sólo había tenido que hacer trámites consulares en el de Austin y en la embajada en Madrid. Curiosamente, mientras más lejos de México está la oficina consular y más cerca de los inmigrantes indocumentados, más Mexican-like se pone la cosa. ¿Alguna vez han estado en la embajada de México en España? It's beautiful, conveniently located in one of the most prestigious Madrileño neighborhoods, enfrentido del Senado.
El de Austin no está mal. Por fuera uno sólo lo reconoce por la bandera de México, pero por lo demás, parece cualquier otro edificio del Downtown de la capital mundial de la música en vivo.
El consulado de Houston se presiente desde un par de cuadras antes. No está en el centro ni en una zona chida, como cualquier consulado que se precie. Está debajo de un freeway, y para entrar uno tiene que caminar por una veredita donde la basura me hizo recordar a los alrededores del de la estación metro Observatorio. En la calle de atrasito hay varias taquerías móviles y negocios de fotocopias y fotos. Los propietarios de algunas casas cercanas han convertido sus yardas en estacionamiento público, para que los visitantes puedan sortear los taxímetros que, yo creo que con una mala leche que huele a xenofobia, están instalados en las calles que circundan el consulado en un barrio donde-no-hay-tráfico.
Lo normal, en cualquier situación donde el sentido común aplica (Mexico, we all know, is not included in this category), es que cuando uno llame para pedir una cita para hacer un trámite, no tenga que esperar más de lo, again, normal: 15-30 minutos para ser muuuuuy razonables. En el consulado de Houston a uno le dan cita para ir a hacer cola. Una cola que dura cinco horas.
La fila, obviamente, comienza fuera del consulado. Una vez uno logra entrar en el edificio--una construcción de cemento que parece transplantada de las zonas más feas de Periférico norte (sorry norteños, en Periférico sur hay muy poquitas zonas pinches)--la fila es una consecución de sillas y bancas de metal que uno va recorriendo cansinamente. Nadie, todavía, le ha informado a las autoridades del consulado de la existencia de unas maquinitas que emiten un número en un papelito, conectadas a un display luminoso en el que va apareciendo el número (¿el número de cita que uno le dan por teléfono y que la persona de seguridad pide, al entrar al consulado, para poder hacer la fila, por ejemplo?) que corresponde a la persona que será atendida. Aquí en los States los usan en las oficinas estatales--para sacar el número de seguridad social, para tramitar la licencia--, en España los usan en El Corte Inglés en la zona de carnes, en la de quesos y hasta en la de pescados. Y en México, me han contado que las usan en Banamex. Ya sé, estarán pensando que esta última explicación es una pendejada y que ustedes no son idiotas, que ya saben que eso existe. Pero es que hay lugares donde, believe it or not, parece que aún no lo saben. Ayer yo estuve en uno.
Aquí debo hacer un alto para equilibrar esta entrega. El personal del consulado, desde las agentes de seguridad privada que atienden la entrada, hasta el último señor que entrega los pasaportes, trabajan con una eficiencia que no había visto antes en una dependencia pública de México. Son amables (salvo contadas excepciones) y en ningún momento parecen avasallados por una situación que, evidentemente, está desbordada. Al mismo tiempo, ésa es su obligación como funcionarios públicos. Que eso antes no ocurriera era la anomalía; que ocurra ahora es lo normal.
En esa larga fila estábamos personas que íbamos a sacar pasaporte o matrícula consular. Needless to say, yo era el único güerito de la concurrencia, además de otra señora que iba adelante de mí y que, por lo que alcancé a entender, era maestra, se había casado con un gringo y tenía que sacar su pasaporte para ir a México.
Los güeros no hacen fila. Siempre conocen a alguien que trabaja en el segundo piso del consulado y que les puede ahorrar el engorroso trámite de hacer cola como el resto de los mexicanos, los morenos, los que no tienen conectes, los que muy probablemente cruzaron con coyote y para quienes tener que pasar cinco horas ahí metidos supone, literally, perder dinero.
Dos güeras--es un decir, ¿okay? Estas dos eran moreno claro, pero we all know what güero means--, madre e hija, bolso Coach, zapatillas puma, jeta de 'I'm better than all these nacos' in your face incluidas, llegaron al consulado cuando yo llevaba unos 20 minutos en la fila, a eso de las 12:45. Iban a ver alguien que trabajaba arriba. El poli les pidió registrarse, les dieron un gafete y subieron. Como a eso de la 1:45 bajaron a la planta baja, territorio de los comunes, escoltadas por una secretaria que las condujo hasta la última ventanilla del proceso de pasaportes. A las 2:45 les entregaron sus documentos. Ellas, obviamente, esperaron de pie, aunque en la zona donde esperaban ya había sitio para sentarse. Tal vez no querían que nadie las confundiera con el resto de la gente, con parientes del señor que estaba ahí esperando también, que parecía una mezcla entre Javier Bardem y Pancho Villa y cuyo ringtone era una canción de K-Paz de la Sierra or the like. Eran güeras, pero eran mexicanas, and sometimes a Coach handbag ain' just enough, chulas.
¿Quieren ver a las güeras tramposas? Acá una foto de ellas.
El resto nos chutamos cinco horas para sacar el pasaporte. Algunas personas lo querían por seis años ($100 USD, por cierto, más de diez horas de trabajo, in jornalero standards), pero sólo se los dieron por uno, porque no llevaban algún papel que era requisito y que la gente que da las citas por teléfono debió haberles pedido llevar. El personal del consulado, insisto, los trató con amabilidad e intentó resolver sus dudas, pero no logró ayudarlos a saltar ese obstáculo. Lo peor es que una vez que uno logra llegar a la primera ventanilla, el trámite no toma más de 40 minutos y uno sale de ahí con el pasaporte en mano, algo que nunca me había pasado. Es el sistema el que no funciona, un sistema establecido por los güeros a quienes poco importa el tiempo que puedan hacer perder a los que no son tan güeros, a los que no conocen a nadie en el consulado.
Volví casi a las seis de la tarde a mi trabajo. Ayer en la noche, dos amigos me preguntaron: ¿por qué no me dijiste que ibas a sacarte el pasaporte? Yo conozco gente en el consulado, no te habrías tardado ni una hora. I know it for fact, I saw it with my own eyes (and captured evidence of it with my iPhone, btw.) Pero ése no es el punto. Un poco de congruencia, please. Yo me fui de México, en parte, porque acabé hasta la madre de todo ese sistema. No quiero ser güero, sorry. Pero si el sistema es eficiente para dos güeras, puede serlo para todos. Estas cosas tan pendejamente simples son una muestra descorazonadoramente clara de por qué nos va a tomar 55 años alcanzar el desarrollo. Si algún día lo alcanzamos.
Friday, May 30, 2008
Apuntes desde Letooooooonia
"Cuando conozco a personas de la India o de Etiopía o de Mongolia, que sí están lejos de los suyos y de lo suyo, pienso: 'ay, cómo somos melodramáticos los mexicanos, siempre llorando ausencias y lejanías, y el país está aquí al lado' ".
Bueno, el señor Cueto--a quien sospecho en los mid thirties, pero no lo sé, porque no dejó más datos--sí tendría razones para darle durísimo a la nostalgia: Riga está a 9,798 kilómetros de la ciudad de México. Take that. No he estado nunca en Letonia, pero algo me hace suponer que no hay muchas Taquerías La Tapatía en el vecindario de nuestro audaz compatriota.
Y sin embargo, nos entrega desde allá algunas frases que quise subir a la portada de PSN 'cause they're worth it:
"Hablando en serio, pienso que la desdicha del Gran México es que los mexicanos viven pensando que la unica manera de avanzar en la vida es ser gandalla con el de junto. Vivo en Letonia desde principios de año y he podido apreciar algunas conductas de la gente del primer mundo. He podido echar a andar un poco la cabeza y darme cuenta [de] que, al final, lo que hace grande a un país o por lo menos lo hace avanzar no son los recursos (Letonia sólo tiene 2 millones de habitantes y un territorio ni la quinta parte del de México y está entre tiburones: Rusia y las grandes potencias del Oeste), sino la mentalidad de su gente. [...] Los letones han construido su identidad nacional a base del respeto de sí mismos como nación. Han aprendido a valorar lo que tienen sufriendo invasiones, deportaciones, vejaciones por siglos... Y aman algo que los mexicanos odian y expolian: Su país. De lejos extraño México pero poco a poco me acostumbro a la manera de hacer las cosas aquí, con un nivel tan bajo de corrupción (comparado con [el de] Mexico) que se me antoja increíble que exista.
"La clase media en México desaparece porque no tiene caso ser clase media en México. Todos tenemos derecho a buscar lo mejor para los nuestros, respetando al de junto, claro".
Muchas gracias a Vicente--¿o señor Cueto?--por su comentario y ojalá se prodigue y nos cuente más su experiencia letona (también podría responder al interrogatorio, por ejemplo).
De despedida una nota musica muy centroeuropea: la actuación del grupo letón Pirates of the sea en la última edición del festival Eurovisión. Disfruten.
Wednesday, May 28, 2008
¿Pues no que ya hasta estaba creciendo la clase media?
Sólo como apunte, según la misma nota, a Argentina--ese país que cada diez años se cae, porque al menos tiene ganas de correr--le tomará 17 años. Latin American leadership, anyone?
Mientras, tanto, como ya comentábamos la semana pasada, México sigue enfrascado en un debate importantísimo: saber cuántos políticos--o hijos de--han tenido hijos ilegítimos con actrices-de-telenovela-cercanas-a-la-cuarentena. Da igual que este mayo haya sido el mes más violento en los últimos cinco años de la realidad mexicana. Eso no importa tanto como saber a quién se parecen los hijos de las actrices güeritas de Televisa--what's with the mature blondies, anyway?
Whatever. Si quieren seguir leyendo la nota de La Jornada para terminar de alegrarse el día, pínchenle el pinche botoncito aquí merito.
Wednesday, May 21, 2008
Lo que nos interesa...
Un poco mejor desplegado, por decir algo, en la misma edición del mismo diario digital, aparece la noticia de-la-que-parece-que-todo-México-está-chismeando: Santiago Creel es papá de la hija de Edith González. ¿Por qué nos interesa esto? Desde luego porque nos encanta el chisme, porque los dos son güeritos y, sobre todo, por el morbo que representa ver a un político de derechas aceptar públicamente sus tropiezos morales (btw, no se pierdan los comentarios de algunas lectoras de la revista Quién al respecto... priceless).
Sin embargo, it's a little bit scary que, entre las cinco notas más leídas hoy en El Universal, tres de ellas estén relacionadas con la misma nota, a saber:
1. Acepta Creel que Constanza es su hija.
2. Bajo reserva: Las horas difíciles de Creel y Edith González.
3. Descubren dos cadáveres con narco-mensaje en la México-Cuernavaca.
4. Argentino confiesa ser amante de Cristian.
5. De cuando a Edith González la vinculaban con AMLO.
Qué bueno que, al menos, l'affair Creel no le ha quitado su lugar a la telenovela Los Castro también lloran del imaginario popular mexicano actual. Sólo eché en falta alguna nota sobre Fabiruchis.
It's such a sad blast from the past, ¿a poco no? Hace muchos, muchos años, cuando todavía vivíamos bajo el régimen del PRI y Televisa, a eso se le llamaba 'pan y circo'. Aquí seguimos, totalmente relegados del primer orden internacional, dejándole todo liderazgo latinoamericano a Brasil, pero enganchados sin remedio a cualquier culebrón que nos echen enfrente.
Tuesday, May 20, 2008
Idealizar lo que uno rehúye
Dicen que el tráfico se ha puesto peor con los años y que ahora es (más) complicado reunirse con la gente. Los chilangos, dicen los que han estado allá recientemente, agendan sus jornadas con una precisión rayana en lo escandinavo, y les resulta muy difícil salirse un poco de ese plan previamente establecido. Es una manera, dicen los que lo han experimentado, de evitar que el caos de la ciudad termine por volverlos locos. Puedo creerlo.
Otra cosa que han hecho los chilangos es convertir a la ciudad en una consecución de pueblitos, de islas. La isla Santa Fe, la isla San Ángel, la isla Condesa, la isla Satélite, la isla Interlomas. La gente ha dejado de vivir En La Ciudad De México, para vivir en su pequeña isla, aislada de la realidad que engulle, en su conjunto, a la ciudad. ¿Será así? En mi visita tengo planeadas visitas a varias de esas islas pero me pregunto cómo será el resto de la ciudad que aún no es isla, pueblito. ¿Existe una isla Centro Histórico? ¿Alguien vive en ella? ¿Puede alguien explicarme cómo navegar en ese archipiélago?
No conozco a nadie que ya no viva en la ciudad de México que no esté deseando volver a ella... de vacaciones. ¿Cómo es el regreso? ¿Cuánto tiempo tarda uno en quitarse la venda de los ojos y darse cuenta de que ha idealizado la ciudad durante su ausencia? El otro día leí una entrevista a Carlos Monsiváis en la que definía a la ciudad como agonizante. Para que lo diga Monsiváis...
Tuesday, April 15, 2008
Mordidas y clase media

Mi buen amigo Gabo Sama analiza hoy en su blog sobre medios de comunicación un reportaje que publicó la revista Expansión sobre un tema que me intriga y del que no sé qué pensar: el supuesto, presunto crecimiento de la clase media en México.
La primera vez que oí al respecto fue hace un par de meses en una conferencia que ofreció el ex canciller Jorge G. Castañeda en la Universidad de St. Thomas en Houston, para presentar su libro Ex Mex: from Migrants to Immigrants. Ahí, Castañeda dijo que una de las razones del aumento en los niveles de violencia relacionados con el narcotráfico en México en años recientes era que el consumo de droga en el país había crecido, en parte, porque el poder adquisitivo de la clase media estaba creciendo y los jóvenes de este segmento socioeconómico ahora tenían más dinero para comprarlas.
Castañeda también abordó el tema al ser entrevistado por The Economist para un reportaje publicado en agosto de 2007 sobre el crecimiento de la clase media latinoamericana en su conjunto.
"In Mexico, argues Jorge Castañeda, a political scientist, some of the new middle class come from the informal economy, others from new industries or service businesses. The class is less concentrated in Mexico City and is rougher-edged, culturally and socially, as well as darker-skinned, shorter and more Mexican-looking than its predecessor, he says", relataba el texto y agregaba, en relación al país de las rancheritas y el Góber precioso:
"In Mexico, according to Alejandro Hope of GEA, a consultancy in Mexico City, the number of families with a monthly income of between $600 and $1,600 has increased from 5.7m [million] in 1996 to 10.7m [million] in 2006... In Mexico some 15m [million] out of 27m [million] households could have middle-class incomes by 2012, reckons Mr Hope."
El artículo de The Economist planteaba una realidad alentadora, aunque su acercamiento al tema rezumaba la típica upbeat-vibe de las revistas de negocios dirigidas a las élites cuando se trata de abordar asuntos feos--como la pobreza--que puedan generar en sus lectores algún dejo de remordimientos; nada que ningún ejecutivo de una casa de bolsa o un fondo de inversión pueda superar con un appletini, por otro lado.
Lo que me hizo ruido cuando escuché a Castañeda es que pusiera como ejemplo del supuesto crecimiento de la clase media a chavos de la ciudad de México que van a pasar los fines de semana a las casas de descanso de su familia en Acapulco y que, una vez ahí, hacen lo que cualquier otro chavo de clase media en cualquier otro país: echar desmadre y drogarse.
En eso último tiene razón pero, según yo, los chilangos de clase media no tienen la capacidad de consumo para tener una casa de descanso en Acapulco--aun sea un departamentito--y sus hijos no pueden ir cada fin de semana o dos a Aca para reventarse. Eso sigue siendo un privilegio de las élites, cuyos hijos más egregios aparecen en el solterómetro de las revistas Quién o Caras.
Anyway. Llevo casi siete años viviendo fuera de México y desde entonces no he pasado más de tres semanas ahí cuando he ido de visita, y la última vez que fui, durante un fin de semana, fue en julio de 2006. Eso significa que me he perdido la mayor parte del México pospriísta y, pensé mientras escuchaba a Castañeda, lo mismo algunas cosas sí han cambiado en México.
Cuando vi el titular 'La nueva clase media' en la portada de Expansión, sentí palpitaciones. En un instante comencé a cuestionar las ideas que me la paso rumiando sobre los innumerables retos que México tiene que vencer todavía para ser una democracia de verdad, un país de clases medias, una nación donde no existan aisladas dos distintas realidades, las de la gente que describe y lee la edición mexicana de ¡Hola!, y las de quienes siguen las telenovelas de Televisa y TV Azteca.
Pero nada más comenzar a leer el reportaje, me topé con que "las cifras del gobierno muestran que, en la última década, una cuarta parte de la población superó la línea de pobreza, y pasó a formar parte de la clase media baja de México. Allí se ubican las familias cuyos integrantes obtienen un ingreso por persona mensual promedio de 1,700 pesos a precios de hoy, una cifra minúscula, pero que nunca fue rebasada así antes de 2006. La estabilidad económica y otros factores ayudaron a que el ingreso de las familias mexicanas haya crecido en los últimos años, y elevó el consumo a niveles inéditos".
Como dice Sama en su blog, eso equivale a $160. Una familia de cuatro personas de clase media baja en México, de acuerdo con esas cifras, ganaría $640dólares mensuales o $7,680 dólares al año. El umbral de pobreza para una familia de cuatro personas en EEUU para 2007 fue estimado por el gobierno federal en $20,650 dólares. ¿Se puede vivir como clase media en México con menos de $1,000 dólares al mes?
Perdonen mi exquisito lenguaje, pero pensar que ese ingreso es propio de la clase media es una mentada de madre y la confirmación absoluta de que México sigue igualito que cuando me fui. Pero seguramente este tipo de textos dan argumentos a la élite para decir que es cierto, que en México las cosas están cambiando y que, como diría alguna vez Jesusa Rodríguez sobre Carlos Salinas de Gortari, el gobierno está intentando sacar a los mexicanos de la pobreza, pero va uno por uno, y comenzó con sus amigos cercanos.
En un esquema así, que haya chachas trabajando 20/6 y 'cerillos' (niños en edad escolar) de doce años pidiendo limosna--es propina, wey, no es limosna, me dirán--por meter la compra en bolsas del súper forma parte de la postal natural de la emergente 'clase media baja' mexicana.
Con razón las élites no se quieren ir de ahí. La mano de obra sale tan barata y tener privilegios es una ganga.
En esas reflexiones calzonudas andaba, cuando me topé con una nota de El Universal que daba detalles del informe sobre el estado de la corrupción en México que presentó el capítulo mexicano de Transparency International, llamado Transparencia Mexicana. El informe traía un dato que yo ya sabía, desde que tengo uso de razón: el Estado de México, en cuya capital nací y viví hasta los 18 años, es la entidad más corrupta en el país, seguida del Defectuoso y Tlaxcala (¡saludos, Melody!).
Pero además, traía un dato que acojona: los mexicanos dedican 8% de sus ingresos a pagar mordidas (bribery).
O sea que esa persona que acaba de salir de la pobreza tiene que dedicar, encima, $5 dolaritos de su presupuesto a la corrupción.
That doesn't sound very clase-media-y to me...
Wednesday, April 2, 2008
Qué relindo es México (viñeta I)
"La escritora y periodista Lydia Cacho denunció que en Puebla hay una campaña para boicotear la presentación de su libro Memorias de una infamia a celebrarse el próximo 5 de abril en el Zócalo de esa ciudad", escriben en El Universal Alberto Morales y Yanet Aguilar.
"[Cacho] Responsabilizó al gobierno de esa entidad, que encabeza Mario Marín, de lanzar una estrategia de intimidación entre los empleados del gobierno estatal y estudiantes becados de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), para no asistir bajo la amenaza de perder su trabajo y retirarles sus becas económicas. La también autora de Los demonios en el Edén, donde documenta una red de pederastia en México que implica a políticos y empresarios; y por el cual fue detenida por el gobierno de Marín Torres a petición del empresario textil Kamel Nacif, según grabaciones telefónicas dadas a conocer en 2006...."
Si quieren leer la nota completa, píquenle aquí merito.Wanna read more about Lydia Cacho's case? Click here, here, here, here or here.